Al estar en la sección de Historia, muchos creerán que el Estado Islámico y sus causas son de índole histórico, y lo son, pero no del histórico de hace mucho tiempo, sino del histórico muy reciente y muy muy cercano, del histórico que todos hemos visto, del histórico que incluso hemos participado.
Todo comenzó durante la Guerra Fría, cuando el enemigo comunista era superior a todos, y Estados Unidos buscaba aliados en cualquiera que luchase contra la URSS, así comenzó Al Qaeda, como uno de los muchos grupos entrenados por EEUU para echar a los invasores soviéticos de Afganistán, que sentarían las bases del radicalismo islámico posterior. Tras la derrota de los rusos y la caída del bloque del Este, los guerrilleros talibanes que habían sido entrenados por EEUU, no se desintegraron, por el contrario, buscaron la supremacía dentro de Afganistán.
También en la lógica de la Guerra Fría, EEUU apoya a varios dictadores de Oriente Medio, entre ellos Saddam Hussein, al que apoyó y ayudó en una guerra de 8 años contra Irán (1980-1988, justo tras la caída del Sha). Llegó la guerra de Kuwait en 1990, en la que Iraq (Saddam Hussein) quiso imponerse en la zona, sin éxito, ya que sus antiguos aliados (EEUU) se unieron a Kuwait, en su contra. Esta guerra acabó con un Iraq marginado y con fuertes embargos.
Pero Oriente Medio en el año 2000 era una zona bastante tranquila, no en el sentido de que se respetase los derechos humanos, sino en el sentido de seguridad, todo el mundo conocía su lugar y los dictadores eternos de la zona (Saddam Hussein, Gadafi, Mubarak) junto con las dinastías tradicionales (Abdalá de Jordania y Al Asad Padre), guardaban la paz a base de represión. Todos estos dirigentes eran anti-islamistas, veían el radicalismo religioso como algo desfasado y poco popular en Occidente, de donde buscaban apoyo, inversiones y turistas.
Es entonces cuando Al Qaeda otorga el primer gran toque de desestabilización, lanza el mayor de sus ataques contra nada menos que el centro económico de Nueva York, dejando pasmado al mundo. Al poco, George Bush declara la guerra a Irak, arrasando el país en pocos meses, y con una relación de bajas (muertes) de 7 iraquíes (militares) por cada americano. Un país “unido” por la mano dura e implacable de un dictador como Hussein se vio de repente libre de sus cadenas pero invadido por un enemigo extranjero. EEUU disolvió todas las fuerzas del orden (Policías, ejército iraquí, etc), agravando la situación, y comenzaron a levantarse guerrillas y grupos armados contra el invasor, apoyados por Al Qaeda. Las guerrillas se fueron formando y profesionalizando a través de los años que duró la ocupación, cometiendo ataques contra el ejército y la presencia estadounidense. Saddam fue condenado por crímenes de guerra, incluida su guerra de los 80 contra Irán, apoyada en su día por EEUU.
Los ataques contra estadounidenses en Iraq se intensificaron en 2007 e impulsaron la campaña electoral de Obama y su elección. Con el gobierno de Obama, las tropas fueron abandonando Irak, cumpliendo con su promesa electoral y consiguiéndole al presidente un Nobel a la Paz, pero, cuantos más estadounidenses abandonaban Irak, más inestable era la región y peor lo tenía el gobierno provisional para contener las milicias y guerrillas.
Desde el comienzo de la resistencia anti-EEUU estas milicias y guerrillas se fueron uniendo a un grupo terrorista con cada vez más fuerza, en un principio dependiente de Al Qaeda, llamado el Estado Islámico Iraquí. Al Qaeda y el Estado Islámico Iraquí trabajaron juntos durante varios años, se apoyaban y ayudaban mutuamente, aunque poco a poco, Al Qaeda iba perdiendo fuerza.
Es en mitad de este follón interno en Iraq cuando la primavera árabe azota la zona y derriba los antiguos caciques, o lo intenta. Y Siria y Libia comienzan una sangrienta guerra civil. Según datos de la Unesco, Libia en 2010 tenía el mayor índice de desarrollo humano de su historia y el mayor de toda África, superando a los nuevos miembros de la Unión Europea, Rumania y Bulgaria aquel mismo año, uno antes de la caída del nefasto Gadafi. Ahora, cuatro años después, habiendo acabado con la tiranía y construyendo una democracia, ¿qué es hoy Libia? Un pozo de caos y miseria.
Pero Al Asad en Siria tiene amigos poderosos y la ONU no puede hacer que le ataquen sin más como con Gadafi. Así comienza una larga guerra civil en Siria que se estanca, causando un segundo gran foco de inestabilidad en la zona, justo al lado de la zona rebelde de Iraq. Muchos de los rebeldes Sirios reciben ayuda y apoyo de sus compañeros anti-Bagdad de Iraq. Y así comienza una cooperación entre la zona rebelde de Iraq y la de Siria. Los lazos entre ambos islamistas, se estrechan y el poder de Al Qaeda prácticamente desaparece en la región, ofreciendo a la antes dependiente banda terrorista “Estado Islámico de Iraq” el control de las operaciones de la zona.
Viendo su poder transfronterizo, ahora junto con muchos efectivos en Siria y reclutando soldados de todas las partes del mundo, el Estado islámico de Iraq se independiza finalmente de Al Qaeda y crea en agosto de 2014 lo que es ahora, el Estado Islámico, unificando los territorios de Siria e Iraq bajo un solo califa. Con entre 30.000 y 100.000 yihadistas en sus filas, su objetivo a corto plazo es ganar la guerra en Siria e Iraq, para comenzar una expansión por todo el mundo árabe.
En la zona también hay otros grupos rebeldes ajenos al Estado Islámico, los principales son los Kurdos, que controlan zonas de Siria e Iraq, intentan pasar desapercibidos y crear las bases para un futuro estado kurdo. Y también existen los rebeldes sirios que no son yihadistas, podríamos llamarlos los demócratas moderados sirios, que tan solo quieren derribar a Al Asad.
Eduardo Leonelli es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Autónoma de Barcelona.
