Miguel Rus Palacios ha dedicado toda su vida al mundo empresarial. Su traje oscuro resalta su talante serio, señal quizá de la responsabilidad de su cargo. Ocupado y entregado a su trabajo, este empresario muestra en esta entrevista su lado más comprometido con el progreso y el crecimiento de las empresas. Desde su llegada a la presidencia de la Confederación de Empresarios de Sevilla (CES), siempre se ha esforzado por intentar que el desarrollo de un negocio sea cada vez más sencillo. Con su labor en el Consejo Social de la Universidad de Sevilla pretende, por una parte, fomentar la mentalidad emprendedora entre los jóvenes como garantía de futuro; y, por otra, incentivar el acercamiento entre la empresa y la Universidad como medida para formar profesionales preparados para el exigente mundo laboral.
«Todos tenemos que poner de nuestra parte para que ser empresario sea fácil y lo pueda hacer cualquiera»
Pertenece a una saga de empresarios con tradición, su abuelo fundó Gaesco en 1962. ¿Cuáles han sido las claves en la consolidación de empresas como el Grupo Rusvel?
Mi abuelo fue uno de los fundadores. Las claves de entonces fueron el esfuerzo, el trabajo diario y hacer un equipo de profesionales muy fieles y responsables. La segunda generación en la que estuvieron mis tíos Salvador y Joaquín y mi padre, abrió el grupo familiar -centrado en la construcción de carreteras- a la ejecución no solo de obras públicas, sino también privadas. A mí, desde la tercera generación, me ha tocado, por un lado, recibir la herencia e ir desarrollándola y, por otro, en estos últimos años, afrontar una etapa de crisis más complicada. Aunque está siendo difícil, estamos saliendo gracias a que hemos sido conservadores, prudentes y a que hemos tenido un magnífico equipo de profesionales.
¿Cuál es su principal objetivo como presidente de la CES?
Poner en práctica lo que me enseñó mi abuelo: que las asociaciones empresariales tienen que funcionar de forma piramidal, de abajo a arriba. El presidente de éstas debe estar para representar y defender los intereses generales de las empresas, ser sensible a sus necesidades, ayudar y fomentar la actividad empresarial y, sobre todo, debe ofrecerse para dignificar la figura del empresario.
¿Cómo cree que se podría luchar contra la economía sumergida, un elemento desestabilizador para la competencia empresarial?
Luchar contra la economía sumergida y el fraude fiscal, para las empresas que declaramos, se ha convertido en algo aterrador. Se nos persigue y se nos somete a unas inspecciones continuas. Muchas empresas han llegado al punto de disponer en sus instalaciones de un despacho exclusivo para los inspectores. Desde la CES pedimos que se presione y se investigue no a estos, sino a los que no declaran, porque ahí es donde deben actuar. No declarar no es ser empresario; así no se hace empresa. La responsabilidad para nosotros es muy importante, y estamos trabajando en ello. Por eso, tenemos un convenio con Hacienda mediante el que si detectamos cualquier actividad no regulada por parte de una empresa, damos aviso y estos se comprometen a realizar una inspección real de esa situación.
Entre los objetivos de la CES se encuentra el de promocionar el concepto de empresa privada como motor de desarrollo económico y progreso social, ¿qué estrategias se están llevando a cabo para conseguirlo?
Para nosotros es el único motor. Todos tenemos que poner de nuestra parte para que ser empresario sea fácil y lo pueda hacer cualquiera. Muchas veces la burocracia y la legislación hacen que haya personas con grandes ideas a les que les da miedo ser empresario por las dificultades, los riesgos y las responsabilidades. Ahí es donde estamos trabajando. Llevamos un año con el proyecto CRECES para el crecimiento empresarial de Sevilla. Es un año muy ilusionante porque se está notando la cantidad de proyectos de inversión y de iniciativa empresarial que nos llegan.
«Los empresarios tenemos que estar más metidos en la Universidad y la Universidad tiene que estar más metida en la empresa»
¿Qué se puede hacer para mejorar la competitividad de las empresas sevillanas?
Competitividad es saber tomar las decisiones día a día en tu empresa. El empresario que espera que la administración tome las decisiones por él, se equivoca. Estamos en un mercado global que no perdona, quien no es competitivo es arrasado por la competencia. La deficiencia de nuestro país es que, al haber tantas PYMES, a veces, cuesta ser competitivos. Desde la CES intentamos avanzar en cómo unir empresas para que adquieran mayor volumen, fortaleza y tengan mayor viabilidad de futuro.
¿Cómo se ve, según usted, la marca Sevilla en el extranjero?
Está muy valorada, fundamentalmente, porque el sector más fuerte es el turismo y los servicios. Ahora estamos trabajamos conjuntamente Diputación, Ayuntamiento de Sevilla y Confederación de Empresarios con la finalidad de conseguir un turismo de mayor calidad. Creemos que estos sectores son punteros, pero con una sola pata es imposible mantener una economía solvente y estable. Tenemos que recuperar la construcción y avanzar en otros sectores como el aeronáutico, el minero y, especialmente, en aquellos vinculados a la situación estratégica y logística de Sevilla. Para ello es clave la mejora de la navegabilidad del Guadalquivir. Hoy en día los costes del transporte son fundamentales y la mayoría de los negocios son viables o no dependiendo de esta variable. No hay transporte de menor coste y de menor impacto ambiental que el marítimo. El río, de 90 km navegable hasta el centro de Andalucía, es la herramienta potencial más competitiva de la que dispone ahora Sevilla. Si esos costes de logística aquí son menores que en otras zonas del mundo, obviamente, podremos atraer industria, algo que aún nos falta por desarrollar.
«En un mercado global, quien no es competitivo es arrasado por la competencia»
¿Qué puede aportar un empresario al Consejo Social de la Hispalense?
Aunque en estos años se ha avanzado en relación entre la Universidad y la empresa, los empresarios tenemos que estar más metidos en la universidad y la universidad tiene que estar más metida en la empresa. Debemos involucrarnos más, ya que cuantas más prácticas realicen los universitarios, más conocerán el mundo de la empresa y, por tanto, mejor habrá sido su formación. La mentalidad empresarial hay que inculcarla incluso antes de la Universidad, en los colegios. Desde pequeñito hay que tenerla, ya que el que está preparado solo para un puesto, tiene muchas más dificultades de salida y de hacer viable su futuro profesional.
¿Cuáles son los requisitos formativos que debería tener un empresario para poder triunfar en cualquier sector del mercado?
Yo lo que echo en falta es que antes de entrar en la Universidad no se haga un test a los futuro alumnos, para que cada uno vea cuáles son sus aptitudes, actitudes y capacidades. Al final, la carrera que se tiene que hacer es la que esté más orientada con esas características, ya que es a lo que se va a dedicar el resto de su vida profesional. Todas las carreras están ahí porque son posibles, aunque también hay que analizar su salida potencial actual y las del futuro. Yo animo a que cada uno haga lo que le guste más. Luego la vida profesional te lleva por un río que muchas veces no coincide con el afluente o con el nacimiento de la carrera, pero sí es fundamental tener una formación profesional.
¿Cree que la CES debería incluir entre sus objetivos el de incentivar a los jóvenes para que inicien una actividad?
Ésa es una de nuestras grandes responsabilidades. Nuestra obligación es fomentar la cultura empresarial, la mentalidad emprendedora y ayudar a que se creen nuevas empresas. La idea es que esta asociación sea un banco donde nosotros le demos las herramientas a los jóvenes para que rápidamente éstos puedan aprender a navegar solos.
El protagonista
Miguel Rus Palacios (Sevilla, 1965) es presidente de la Confederación de Empresarios de Sevilla (CES) desde 2012. Diplomado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Sevilla (1987), cuando terminó sus estudios, se inició en el departamento de administración de la empresa de su abuelo, Salvador Rus López Construcciones. En 1994, pasó a ser director económico-financiero y dos años más tarde, apoderado del Grupo Salvador Rus, actual Grupo Rusvel, una de las empresas constructoras más importantes de Andalucía. Tras pasar por diferentes cargos en dicho grupo, en 2007 asumió la presidencia. En la actualidad, también detenta el cargo de presidente de la Asociación Empresarial Sevillana de Constructores y Promotores de Obras (Gaesco).
La entrevista a Miguel Rus se celebró en el otoño de 2014.