El Consejo Social de la Universidad de Sevilla, atendiendo al compromiso contraído ante el Foro de Consejos Sociales de las Universidades Públicas Andaluzas y la Universidad de Sevilla, ha elaborado la primera Memoria de Responsabilidad Social Universitaria. Sus objetivos son servir de herramienta multitarea que permita la mejora en el autoconocimiento de la comunidad universitaria, la rendición de cuentas de la actividad realizada durante el año y la implantación de un nuevo método de evaluación de los resultados de las cuotas de sostenibilidad establecidas.
El documento ha sido preparado de acuerdo con los principios marcados por la Global Reporting Initiative (GRI): materialidad, contexto de sostenibilidad y exhaustividad y participación de los grupos de interés. El equipo interdisciplinar encargado de elaborar la memoria, que ha sido coordinado por Bernabé Escobar (catedrático responsable del equipo de investigación), Juan Ignacio Ferraro (gerente de la US) y Jesús Jiménez (Consejo Social), contó con la participación de los responsables de Servicios Sociales y Comunitarios, Recursos Humanos y Sostenibilidad Ambiental, entre otros.
«Según la guía Universia, somos la primera universidad en atención a las personas con discapacidad, junto a la de Valencia»
Uno de los pilares de la memoria se refiere a los retos que afrontará la Universidad de Sevilla el próximo curso, entre los que se encuentran los económicos y financieros, que tienen como fin generar más recursos propios y reducir gastos corrientes en torno a un porcentaje del 10% mediante la optimización de los actuales bienes. También se plantean otros asuntos como la excelencia en la gestión o la modernización de la página web. Otros de los retos recogidos en la memoria se refieren a la elaboración del II Plan de Igualdad o al fomento de una vida saludable entre la comunidad universitaria.
Una de las personas que ha formado parte del grupo encargado de redactar la memoria es Ana López Jiménez, directora de los Servicios Sociales y Comunitarios de la Hispalense, quien destaca la prestación de ayudas a los estudiantes con discapacidad y la consecución de la conciliación laboral como los principales desafíos que afronta la institución. En opinión de López, la Universidad “ya es excelente en cuestiones de investigación, pero también en compromiso social y tenemos que resaltar nuestro sello”. Asimismo, la directora de los Servicios Sociales de la Hispalense considera imprescindible que se mantenga “el compromiso con la tolerancia cero hacia el acoso laboral y sexual”.
¿Hay algún punto de la memoria del que se sienta especialmente orgullosa?
Actualmente, la Universidad de Sevilla es un referente en la atención a las personas con discapacidad. Estamos reconocidos por la guía Universia como la primera universidad, junto a la Universidad de Valencia, en atención a las personas con discapacidad. Hemos triplicado el número de personas: actualmente tenemos 605 estudiantes con discapacidad.
¿Se está viendo recompensado el esfuerzo de aplicar políticas sociales en la Universidad?
Nos hemos convertido en un referente en materia de conciliación reconocido por el programa Diversia de la Comunidad Económica Europea. Esta universidad es excelente en cuestiones de investigación, pero desde luego el sello de compromiso social hay que resaltarlo también. Desde hace muchos años estamos muy comprometidos con las personas, y las estadísticas así lo demuestran. Estamos absolutamente comprometidos con mantener la tolerancia cero hacia el acoso laboral y sexual.
«Para sustentar los programas se necesitan subvenciones y presupuestos, y a veces tenemos que hacer encaje de bolillos»
¿Se ha quedado algo pendiente que no recoja la memoria?
De lo que teníamos previsto en el programa del Rector se ha cumplido casi todo al cien por cien. Donde más problemas encontramos es en los proyectos vinculados a las infraestructuras, porque la situación presupuestaria es peor, pero en general los compromisos se han cumplido en un porcentaje altísimo, superior al noventa por ciento.
¿Con qué obstáculos se han encontrado a la hora de completar los retos?
Las dificultades que estamos teniendo son de índole económica: necesitamos subvenciones y a veces tenemos que hacer “encaje de bolillos” para mantener los programas. No hemos cerrado ninguno y estamos en disposición de abordar los nuevos. De hecho, ya estamos pensando en el segundo plan dirigido a las personas con discapacidad, pero efectivamente tenemos que contar con financiación. Sin embargo, no somos pesimistas: si hemos podido mantener los proyectos en unas circunstancias económicas duras, y se supone que la situación va a mejorar, vamos a poder seguir avanzando.
¿En qué se centra actualmente la unidad de Servicios Sociales de la Universidad?
Nos encargamos de atender la conciliación de la vida profesional y laboral, promover la igualdad, prestar ayudas a los estudiantes con discapacidad o promover programas que fomenten hábitos de vida saludables. Tratamos de facilitar a las personas que forman parte de esta comunidad universitaria las mejores condiciones laborales y académicas, y asistir sus necesidades.
La protagonista
Ana López Jiménez (Sevilla, 1966) es profesora titular del área de Metodología de las Ciencias del Comportamiento y doctora en Psicología por la Universidad de Sevilla. Desde el 19 de marzo de 2012 es directora de los Servicios Sociales y Comunitarios de la Hispalense. Además, forma parte del grupo de investigación Modelos Formales para la Contrastación de Hipótesis y ha participado en varios proyectos propulsados por la Universidad de Sevilla y en uno de la Universidad de las Islas Baleares. López ha publicado dos libros junto a otros compañeros, Las conductas relacionadas con la salud y el desarrollo de los adolescentes españoles y Vida adulta y trastornos del espectro autista. Calidad de vida y empleo en Andalucía, así como capítulos de libros y artículos en diversas revistas científicas.