Compartir
Los expertos trabajan con reactores experimentales que funcionan como lo haría un microondas

La velocidad del consumo de las energías limitadas en el Planeta triplica la de su generación provocando que las reservas vayan agotándose a pasos agigantados. Sin embargo, la inquietud internacional por el bloqueo energético que supondrá la desaparición del petróleo, el carbón o el gas natural, podría solventarse gracias a la fusión nuclear. Manuel García Muñoz, físico y profesor de la Universidad de Sevilla, lidera una investigación en la que más de cincuenta investigadores de Europa, América y Asia, trabajan en la construcción de ITER, un reactor que tiene como objetivo reproducir en la Tierra la forma que tienen las estrellas de producir energía. La noticia sobre su creación ha copado las portadas de varios diarios, nacionales e internacionales, y ha aumentado la curiosidad de la población por conocer los entresijos de esta moderna técnica, ya que podría crear una fuente de energía virtualmente inagotable y sin ningún riesgo para la sociedad.

Manuel García y su equipo buscan alternativas a las fuentes de energía convencionales, que además de ser limitadas, generan residuos tóxicos, contaminación y enfermedades

Para demostrar la viabilidad económica y medioambiental del proyecto, los expertos trabajan con reactores experimentales que, según García Muñoz, funcionan como lo haría un microondas. En su interior hay unas antenas que emiten radiación y aceleran las partículas generando una energía cinética que se traduce en temperatura. “De esta forma, las partículas comienzan a girar a gran velocidad dentro de un campo electromagnético y cuando alcanzan los cien millones de grados, se fusionan y liberan energía”, ilustra el director del proyecto. Para alcanzar estas temperaturas son necesarias  condiciones muy precisas de vacío, de forma que si un percance de cualquier tipo lo rompiera, el proceso se interrumpiría sin generar más daño que los puramente económicos en la infraestructura del reactor.

Esta es la principal ventaja de la fusión con respecto a la fisión, que consiste en dividir átomos muy pesados para obtener energía. La reacción provoca altos niveles de radioactividad y si se produce algún accidente, puede generar problemas de salud muy graves, como lo que ocurrió en Chernóbil. Con la fusión, como reconoce Manuel García Muñoz, “tratamos de buscar alternativas a las fuentes de energía convencionales, que además de ser limitadas, generan residuos tóxicos, contaminación y enfermedades. En definitiva, tratamos de encontrar una salida, respetuosa con la naturaleza, al déficit de las reservas de combustibles”.

ITER es un reactor de fusión nuclear que tiene como objetivo reproducir en la Tierra la forma que tienen las estrellas de producir energía
ITER es un reactor de fusión nuclear que tiene como objetivo reproducir en la Tierra la forma que tienen las estrellas de producir energía

Para conseguirlo, primero hace falta conocer en profundidad el comportamiento de las partículas encargadas de calentar el plasma del reactor. Cada una de ellas tiene una carga eléctrica que la hace girar dentro de un campo electromagnético pero, a veces, se escapan y dejan de calentar el plasma impidiendo llegar a los cien millones de grados y, por tanto, conseguir que la fusión se realice con éxito. Físicos, ingenieros, informáticos y técnicos trabajan sin descanso en la creación de detectores que ayuden a controlarlas para evitar estas fugas. Los profesionales del Centro Nacional de Aceleradores de la Cartuja tratan de limar cualquier defecto, problema o contratiempo.

Hay cuatro proyectos de reactores nucleares en el mundo. Se encuentran en Oxford, San Diego, Corea y Múnich. Todos estos países se han puesto de acuerdo para crear el reactor definitivo, que será ITER y se está construyendo en Francia, incluso Estados Unidos y China. “Aunque al principio resultara casi utópico, nos hemos ganado la confianza de absolutamente toda la Comunidad Internacional, que se está volcando en la investigación y hace un esfuerzo económico admirable”, señala el investigador.

En 2018 debería empezar a funcionar. Se realizarán sucesivas pruebas durante los diez años siguientes, y si nada falla, en 2030 el mundo podrá ver, por fin, el fruto de tantos años de inversión, estudios e investigación. Hay una gran entrega por parte de todos los países del mundo, y una confianza absoluta en la fusión termonuclear. Sin el apoyo de todos ellos, el éxito de ITER sería impensable.

Manuel García Muñoz ha sido recientemente premiado por las Sociedades de Físicos Americanos y Europeos

Trayectoria

Manuel García Muñoz, recientemente premiado por las Sociedades de Físicos Americanos y Europeos conjuntamente, es licenciado en Física por la Universidad de Sevilla y doctor en Ciencias por la Ludwig Maximilian Universität de Múnich. Gracias a su amplia trayectoria profesional, hoy dirige una investigación cuyo objetivo es generar una energía limpia e inagotable tal como lo haría una estrella. Doce años de investigación al más alto nivel en el Instituto Max Planck para Física del Plasma de Múnich, Alemania, le permitieron obtener, hace dos, una Beca Ramón y Cajal y un billete de vuelta a Sevilla. En la capital andaluza continúa el proyecto que comenzó en Europa y gracias al que ha dado la vuelta al mundo.

No hay comentarios

Dejar una respuesta