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En su sede recogen alimentos, productos de higiene y juguetes, que luego ceden a otras asociaciones. | JRC

SOS Ángel de la Guardia es una fundación joven y humilde que no se pone límites. Con sede en la Avenida de Andalucía en Sevilla, trabajan desde hace seis años con multitud de asociaciones y su labor es ampliamente reconocida en la ciudad. Muestra de ello es el éxito que obtienen en cada una de las campañas que organizan, superando sus propias expectativas.

De todas ellas, la más representativa es la de recogida de leche, en colaboración con el Banco de Alimento y otras ONGs, pero también recogen cacao, productos de higiene personal y juguetes. «El que no tiene para una lata de tomate, no tiene para una compresa, pasta de dientes, un bote de gel», explica el presidente de SOS Ángel de la Guardia, José Manuel García. «La primera vez que lo hicimos, la gente nos preguntaba por qué solo pedíamos esos productos. Ahora, cuando nos ven, nos dicen: Oye, ¿y de qué va este año la campaña?», añade.

Lo que empezó como un grupo de amigos con voluntad de ayudar, hoy es una fundación con más de 80 socios

Lo que empezó como un grupo de cinco amigos con la voluntad de colaborar con el Banco de Alimentos que estaba en ese momento falto de leche, hoy es una fundación con más de 80 socios y alrededor de 120 voluntarios. Sus originales campañas como «Sevilla es la leche», «Que la fuerza del cacao te acompañe» o «Dando la lata» han sido imitadas por otras asociaciones. Lejos de molestarse, aclaran sentirse muy orgullosos de ser pioneros y que eso haya servido para se consiga una mayor diversidad de productos. No tienen un perfil concreto de voluntario, cada uno es de una zona de Sevilla diferente y en su mayoría son personas mayores, por lo que echan en falta la implicación de la juventud. Consideran que, aunque están muy concienciados con la situación de pobreza que hay en la ciudad, sus inquietudes son otras.

Desde SOS Ángel de la Guardia vienen realizando de un tiempo a esta parte diversas charlas en colegios e institutos de Sevilla para «motivar a la juventud de la importancia del voluntariado», señala García. «No conviene contar las miserias de esto, que las hay, pero sí deben saber que hay otra vida que no son los videojuegos o la tecnología», comenta. Aun así, reconoce que una vez que consiguen llegar a ellos y a su colaboración, siempre repiten.

José Manuel García, presidente de SOS Ángel de la Guardia. | JRC

En este sentido, la asociación mantiene una especial vinculación con el IES Los Viveros, donde todos los años se organiza un mercadillo solidario y un campeonato de futbolín y el dinero recaudado va a parar a SOS Ángel de la Guardia. Por su parte, esta entidad involucra al centro educativo en su dinámica solidaria a través de un concurso para ilustrar el cartel de las campañas que emprende la asociación.            

Su labor principal se centra en la intermediación y en la logística. No tienen un objetivo fijo de ayudar a las personas, es decir, no están en contacto directo con el beneficiario, sino que planifican campañas de recogida, bien de manera autónoma o junto con Hermandades o asociaciones, para después dejar en manos de estas últimas el reparto a todos aquellos que necesitan del producto en cuestión.

SOS Ángel de la Guardia se vuelca con los más jóvenes, impartiendo charlas formativas en centros educativos y recogiendo juguetes para los pequeños

Esto se debe a que, como ellos mismos reconocen, no están capacitados para pedir la documentación necesaria antes de asistir a quienes soliciten su ayuda. Además, carecen de una masa social abundante para cubrir la demanda, pero sí muy estable y comprometida. El trabajo de recogida suele hacerse de manera colaborativa con otros grupos. La relación con las hermandades les facilita un amplio número de voluntariado que no tienen otras entidades. En una tarea distinta a las demás, y poco habitual, SOS Ángel de la Guardia recoge y repara juguetes para los más pequeños, además de los que van comprando a lo largo del año, que luego se ponen a disposición de otras entidades e incluso de los padres. En alguna ocasión han llegado a preparar un escaparate con los juguetes y disfrazarse ellos mismos de Reyes Magos.

Puntualmente cuentan con el apoyo de instituciones, destacando el Consejo Social de la Universidad de Sevilla, el cual reconoció el esfuerzo de SOS Ángel de la Guardia y consideró a esta ONG como beneficiaria de las ayudas de la Convocatoria de Compromiso Social del año 2018. Dicha ayuda, otorgada al proyecto «Ayúdanos para poder ayudar», ha permitido a SOS Ángel de la Guardia adquirir unas enaras que le dan una mayor visibilidad cuando están en los supermercados, además de camisetas y gasolina para la furgoneta. Ya el año pasado recibieron otra ayuda por parte del Consejo Social. En aquella ocasión, el dinero fue invertido en cajas que necesitan para transportar todos los productos que recogen. «No pedimos dinero, porque intentamos subsistir con los medios que tenemos, pero al final todo cuesta», reconoce García.

Los lazos de colaboración de SOS Ángel de la Guardia se extienden a numerosas hermandades de Sevilla. | JRC

De la misma manera, SOS Ángel de la Guardia también valora el trabajo de sus iguales otorgando anualmente el Distintivo Ángel Solidario José María Trancoso. Con este premio se trata de reconocer el trabajo de una entidad en materia de solidaridad y caridad. Su nombre se debe a uno de los socios de la organización, ya difunto, que estuvo desde su fundación. SOS Ángel de la Guardia se ha ganado una reputación y un reconocimiento por su trabajo con los más necesitados de Sevilla y pone día a día en valor la necesidad de la caridad y el voluntariado. En este sentido, José Manuel García defiende que Sevilla es una ciudad «súper generosa y súper solidaria», si bien reconoce que la ciudadanía no suele conocer la labor de estas asociaciones.

A pesar de la dedicación de casi el centenar de voluntarios de esta asociación, José Manuel García tiene una meta clara: «Cerrar esto lo antes posible», afirma de manera tajante y contundente, rozando la provocación. Y no es baladí, pues el presidente de SOS Ángel de la Guardia, sabedor de las necesidades con las que viven muchos sevillanos, entiende que «nadie debería necesitar ayuda y nadie tendría que estar en esas situaciones». Pero para alcanzar esa meta, «tenemos que seguir trabajando».

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