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Juan José López Garzón lleva un año y medio formando parte del Consejo Social. Fotografía de J.R.P.P.

Tras abandonar la política y la docencia, Juan José López Garzón aún está en plena forma. Hoy dedica sus esfuerzos al Consejo Social de la Universidad de Sevilla, institución en la que desgranó los misterios de las matemáticas a varios miles de estudiantes. Sus conocimientos matemáticos le han servido también como guía ante las diferentes vicisitudes afrontadas en su mandato como gobernador civil y delegado del Gobierno durante los ejecutivos socialistas de Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero.

La satisfacción es la nota predominante en su discurso cuando valora sus años en la educación y en la política, si bien los dramas afrontados durante el ejercicio de esta última actividad le han dejado heridas de difícil cicatrización. López Garzón apuesta por fortalecer la universidad pública como espacio crítico de vanguardia democrática y por la colaboración con la empresa privada para resolver los problemas de empleabilidad que sufren aún hoy los jóvenes egresados.

¿Cómo es el trabajo que desempeña en el Consejo Social?

Llevo en el Consejo Social apenas un año y medio. Al principio, mi trabajo consistía solamente en asistir a los plenos del Consejo, pero me he ido implicando cada vez más en su funcionamiento. Actualmente presido el jurado de una comisión que distribuye los fondos de ayuda social. Nos reunimos una vez al año para evaluar y asignar fondos a las diferentes propuestas que nos llegan en función de unos méritos que se establecen. Además, participo en un jurado que concede premios a las empresas que promueven y colaboran con la investigación en la Universidad. En definitiva, estoy a disposición de la presidenta para colaborar en lo que ella considere oportuno.

¿Qué aporta la experiencia docente y política a su actual labor en el Consejo Social de la US? 

Empecé a dar clase muy joven y fui profesor ayudante durante veinte años. Además, el ejercicio del cargo de Vicerrector General de la Universidad de Sevilla me permitió conocer con precisión los problemas que tiene la institución. El ejercicio de diferentes cargos de responsabilidad política me ha permitido tener un contacto directo con la sociedad y acercarme a la vida cotidiana de la gente.

Por otro lado, en mi trayectoria política, me enfrenté a problemas que nunca pensé que iba a encontrar, y que no olvidaré. Viví las desapariciones y los asesinatos de Marta del Castillo y de la niña Mari Luz, además del tiroteo en Marbella entre bandas rivales que acabó con la vida de un niño que estaba jugando. Estos hechos estarán siempre en mi pensamiento, a pesar de la profunda alegría que me genera el haber alcanzado ciertos logros sociales. Esta experiencia me resultará útil para un órgano como el Consejo Social, que pone en relación la sociedad y la universidad.

«EL EJERCICIO DE DIFERENTES CARGOS DE RESPONSABILIDAD POLÍTICA ME HA PERMITIDO TENER UN CONTACTO DIRECTO CON LA SOCIEDAD», afirma el vocal del consejo social

¿Cómo valora el hecho de haber sido galardonado por sus alumnos con premios de excelencia docente?

El objetivo de todo profesor es contactar con su alumnado y transmitirle, además del conocimiento de una asignatura, su forma de concebir la profesión. Haber conseguido reconocimiento de tres premios de excelencia docente, ha sido una de las grandes satisfacciones que me ha ofrecido mi vida académica. Aún hoy, cuando me encuentro con algunos alumnos, que ya son padres e incluso abuelos, me alegra enormemente que recuerden anécdotas de mi docencia.

¿Cuál cree que ha sido la mayor satisfacción que le ha dado la vida política?

Mi principal logro ha sido que, tras el cese de mi responsabilidad política hace ya ocho años, muchos ciudadanos que no me conocían personalmente, me han saludado por la calle y se mostraron comprensivos con los grandes problemas ante los que hube de enfrentarme. Esa complicidad para mí es muy gratificante.

Las matemáticas siempre han sido una asignatura compleja. ¿Cómo se puede conseguir hacerlas más amenas o divertidas a sus alumnos?

Las matemáticas, igual que cualquier disciplina académica, tienen una dificultad objetiva. Hay que tener una cierta vocación docente, y repetir cuantas veces haga falta hasta que se consiga quitar el velo misterioso que a veces tienen las matemáticas. La clave del interés está en las matemáticas aplicadas. Esta ciencia tiene, por una parte, el aspecto formativo, que te enseña a pensar con lógica, es decir, a razonar. Y luego tiene el aspecto práctico, que consiste en aplicar el conocimiento a cuestiones de utilidad. Hay actividades en las que esta aplicación práctica es más evidente y otras en las que es menos. Lo esencial de las matemáticas es que te enseñan a pensar con lógica y a discernir lo fundamental de lo accesorio. Esto sirve para todos los aspectos de la vida.

López Garzón ha sido profesor de la Universidad de Sevilla, además de vicerrector. Fotografía de J.R.P.P.

¿Considera que la Universidad pública está bien financiada? ¿A través de qué mecanismos podría relacionarse la Universidad pública con las entidades privadas?

La Universidad nunca, o al menos no en los últimos años, ha tenido una financiación total de sus necesidades. A raíz de la gran recesión que hemos vivido, los recursos públicos se han visto reducidos en gran medida, y esto ha afectado en especial a la investigación. Esta decisión se nota a largo plazo, por ejemplo, cuando España se queda atrasada con respecto a otros países que no han tenido esa disminución tan exagerada de los fondos.

En España todavía hay poca tradición de la colaboración entre empresa privada y Universidades públicas. Sin embargo, la Universidad de Sevilla, en los últimos diez años, ha hecho una buena política en ese sentido. Progresivamente, la colaboración entre ambas es cada vez es mayor, algo que se ha traducido en creación de cátedras de empresa y en proyectos de investigación financiados o cofinanciados por empresas privadas. Desde luego, el esfuerzo por aumentar la financiación pública de la investigación es uno los grandes retos que tenemos en los cinco próximos años.

«EL ESFUERZO POR AUMENTAR LA FINANCIACIÓN PÚBLICA DE LA INVESTIGACIÓN ES UNO LOS GRANDES RETOS QUE TENEMOS EN LOS CINCO PRÓXIMOS AÑOS», destaca el catedrático de matemática aplicada

La empleabilidad es uno de los temas que más preocupa a los jóvenes. ¿Qué estrategias se están llevando a cabo en la Universidad Pública para potenciar la empleabilidad de los egresados?

 Uno de los grandes problemas que tenemos en España es la situación de empleo de los jóvenes en general y, en particular, de los egresados de la Universidad. Los poderes públicos, donde incluyo a la Universidad, deben incentivar de una forma decisiva cualquier iniciativa que, por parte de los jóvenes, se esté desarrollando. La Universidad pública debe potenciar las prácticas en empresas como complemento a la formación, y el resto de poderes público debe activar estrategias de ayuda al empleo como, por ejemplo, préstamos sin interés, préstamos a fondo perdido e, incluso, préstamos a largo plazo. En definitiva, deben darse facilidades para fomentar la empleabilidad de los jóvenes.

La corrupción política es uno de los temas que más preocupa a la población. ¿Qué se puede hacer desde la universidad para combatir esa lacra?

La universidad no solo debe capacitar profesionalmente a los alumnos, sino que debe también formarlos desde un punto de vista ético. La universidad debe ser crítica y convertirse en un foro de reflexión que trascienda a la mera transmisión de la ciencia. Esa formación ética debe traducirse en honestidad cuando una persona se dedica al ejercicio de la política. Un perjuicio tremendo para el sistema democrático es considerar que todo es corrupción, porque esa sospecha pone en cuestión el propio sistema. Esa postura, a la larga, va en contra de la sociedad. La corrupción hay que perseguirla judicialmente y los políticos deben cumplir con la condena que las leyes establezcan. Pero hay que destacar que la inmensa mayoría de los políticos no se ha corrompido, y ese grupo no pasará a la historia, porque ha cumplido con su deber y es lo lógico.

«LA UNIVERSIDAD DEBE SER CRÍTICA Y CONVERTIRSE EN UN FORO DE REFLEXIÓN QUE TRASCIENDA A LA MERA TRANSMISIÓN DE LA CIENCIA», reclama lópez garzón

¿Cómo valora estos años alejado de la vida política?

Desde mi retirada de la política hace ocho años, el ambiente político se ha enrarecido hasta tal punto que las personas valiosas, con experiencia y formación, posiblemente no encuentren compensación en el ejercicio político. Una de las grandes fallas de la política es que los grandes problemas no se plantean y se discuten temas absolutamente de segundo orden. La inestabilidad política no colabora. Lo conveniente sería tener una visión con un plazo suficientemente largo para que avancemos, no una política cortoplacista que solo nos lleva a la frustración. Necesitamos cierta serenidad política porque la democracia no debe ser escandalosa, aunque a veces pueda ser aburrida, hecho que no es malo en sí mismo.

El protagonista

Juan José López Garzón (Baeza, 1948) es licenciado en Ciencias Matemáticas por la Universidad de Sevilla, doctor en Matemáticas y catedrático de Matemática Aplicada en la Escuela de Arquitectura Técnica por la misma Universidad. Fue profesor universitario y de secundaria, así como vicerrector de Infraestructura y General de la citada Universidad. Empezó su trayectoria política en 1996 como gobernador en la Provincia de Huelva y, más tarde, fue nombrado delegado del Gobierno de la misma provincia. En 2004, asumió el cargo de Delegado de Gobierno en Andalucía. Durante su etapa docente, fue galardonado con los premios de Excelencia Docente que otorgan la Universidad y el Ayuntamiento. Actualmente, forma parte del Consejo Social de la Universidad de Sevilla.

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