El ejemplo de Pilar Malet, segunda mujer decana de la Facultad de Química, recuerda que la ciencia no es solo cosa de hombres. En su elegante despacho del decanato, de aspecto señorial, esta catedrática de Química Inorgánica hace balance de sus casi seis años al frente de este centro. Pese a la desbordante cantidad de papeles y requerimientos que se hallan en su escritorio, la investigadora se muestra serena en todo momento. Malet, rechaza tajantemente los estereotipos que relacionan la ciencia al género y reivindica que la existencia de decanas debe verse como algo normal, a lo que no hay que darle tanta relevancia mediática.
Como docente, se muestra preocupada por el futuro de los estudiantes y por la falta de fondos públicos para la investigación científica. En el Consejo Social de la Universidad de Sevilla actúa como representante del profesorado y vela por el buen planteamiento de los programas de estudio de las distintas ramas de conocimiento.
«Si no hay dinero, no hay becas en investigación y, por lo tanto, cada vez hay menos tesis y menos doctores»
¿Cuáles son los proyectos de los que se siente más satisfecha como Decana de la Facultad de Química? ¿Cuáles son los que todavía no ha podido poner en práctica y llevaba en su programa?
Estamos orgullosos especialmente de la implantación del grado, algo que está yendo bastante bien y se ajusta a lo que nosotros en su momento habíamos diseñado dentro de la experiencia piloto que tuvimos junto a otras universidades andaluzas.
Los principales problemas los tenemos con los proyectos de investigación científica −por razones de escasa financiación− ya que ésta es muy cara.
¿Ha perdido o ha ganado la formación química de los alumnos con la implantación de los nuevos planes de estudio?
Depende de cómo lo miremos. Lo que yo capto de fuera es que ahora los egresados son más inmaduros y están menos formados porque ahora los grados duran cuatro años, pero en cuanto al tipo de enseñanza que se les da, pienso que ha ganado. Ya desde el curso 2003/2004, en nuestra facultad, intentamos cambiarlo, reduciendo las horas de clases teóricas y sustituyéndolas por tiempo en el que los estudiantes trabajaban en grupos más pequeños, algo que es bueno para ellos porque los hace más autónomos. En ese sentido, quizás nos esforzamos más en que salgan preparados para aprender por sí mismos cosas nuevas en el futuro.
¿Está la carrera de química más adaptada a las potencialidades de los hombres?
No, nuestra carrera no tiene nada que ver con el género. Hace muchísimos años había más hombres que mujeres en nuestra facultad pero con la licenciatura cada vez entraron más mujeres e incluso llegó a haber más chicas que chicos. Actualmente con la implantación del grado está equilibrada la cuestión del género, por lo que no pienso que sea una carrera más adecuada para los hombres e, incluso, tenemos la idea general de que las chicas, en lo que a rendimiento se refiere, son mejores estudiantes.
¿Qué avances para la vida cotidiana de la sociedad tienen las aportaciones de su rama de conocimiento?
La química está a tu alrededor continuamente, desde los plásticos y metales de los coches hasta la pasta de dientes que usas cada mañana. Gracias a la química podemos evitar, por ejemplo, que los alimentos se estropeen, y al mismo tiempo reducir muchos trastornos intestinales. El mayor avance para la humanidad fue cuando se consiguió sintetizar el amoniaco, una reacción que solía presentar problemas para su consecución con un rendimiento industrial aceptable. El amoniaco permitió que nos liberáramos de los fertilizantes naturales, de modo que la agricultura avanzó muchísimo y este descubrimiento incluso dio lugar a tres Premios Nobel.
«Es vital que no se reduzcan las horas de las asignaturas de ciencias en la etapa escolar»
¿Cuáles son las principales preocupaciones de la Química en la actualidad? ¿Hay buenas relaciones con las farmacéuticas, por ejemplo?
A mí como química me preocupa que a la ciencia no se le dé ninguna importancia porque siempre se busca la aplicación inmediata de todo y eso es inviable. Además, y aunque ahora lo noto menos, hubo una falta de vocación en los jóvenes que no querían estudiar Química, Matemáticas, Física… pero tiene que haber científicos y no se está promoviendo ni por parte del Gobierno ni por parte de la Junta. Lo dicen de palabra pero luego llaman ciencia a la técnica y esto es un problema. La relación con las farmacéuticas es buena. La química está en la base de la farmacia, que es una aplicación de ésta, pero no hay una competencia entre ellas y muchos químicos trabajan en obtener nuevos compuestos que pueden tener fines farmacéuticos.
¿Cuál es la principal salida laboral de los egresados en Química de la Universidad de Sevilla? ¿Ahora mismo es una buena opción la investigación en Química?
El abanico es amplio y va desde la docencia tanto en secundaria como en la universidad, pasando por el trabajo en empresas, o por todo lo relacionado con laboratorios, control de calidad, industria alimentaria etc. hasta las plazas de químicos QUIR (Químicos Internos Residente). Hay muchas posibilidades de colocación y bastante salida investigadora. Las carreras básicas, como la química, tienen la ventaja de que dan una formación muy completa que permite después derivar a los estudiantes a muchas cosas distintas.
¿Cómo cambiaría los prejuicios sociales que sostienen que los estudios en Química son difíciles y aburridos? ¿Habría que actuar en los programas escolares? ¿De qué manera?
Aquí los animamos muchísimo. Todos los años tienen lugar unas jornadas donde traemos a chicos de los institutos. En estos días les mostramos la facultad, hacemos experimentos y los dejamos trabajar a ellos mismos en los laboratorios, de modo que se acercan a la química. Además, tenemos actividades durante la Semana de la Ciencia. Desde el punto de vista de los planes escolares, pienso que lo más importante es que no se reduzcan las horas de las asignaturas de ciencias, que han sufrido mucho en los últimos años.
«Las carreras básicas tienen la ventaja de que dan una formación muy completa que permite después derivar a los estudiantes a muchas cosas distintas»
Su participación en el ámbito de la educación universitaria se extiende más allá de la docencia. Ha participado activamente en el Proyecto Andaluz de Formación del Profesorado Universitario de 2005, ¿en qué consistió este plan de innovación?
En química realizamos una experiencia piloto con alumnos del plan de 2001 y tratamos de hacer una traducción a títulos europeos contando las horas que a los estudiantes les llevaba terminar cada tarea. Además, se desarrollaron planes de formación del profesorado para que se adaptaran a trabajar en los nuevos grupos reducidos.
Desde los centros de investigación y desde las propias Universidades se defiende que la mejor salida de la crisis es la inversión en investigación ¿cómo se puede conjugar ese mensaje con los recortes públicos en esta materia?
No es compatible de ninguna manera. A la gente joven se la está dejando en la calle. Todo esto es una cadena que comienza a partir de un proyecto de investigación en el que se contrata a gente, que se forma, luego hace su tesis, y que, en muchas ocasiones, se va fuera y trae nueva savia. Sin embargo, en el momento en el que no hay dinero, no hay becas en investigación para esos proyectos y, por lo tanto, cada vez hay menos tesis y menos doctores. Lo que se consigue de esta manera es parar la investigación básica, algo fundamental para todo, pues sin ciencia no hay futuro.
La protagonista
La Catedrática de Química Inorgánica Pilar Malet Maenner es Decana de la Facultad de Química de la Hispalense desde 2009. Actualmente, se encuentra en su segundo mandato tras ser elegida en 2013 por la Junta de Facultad con el 95% de los votos. Doctora y profesora universitaria, es licenciada en Química por la Universidad de Sevilla (1977), aunque realizó sus primeros años de carrera en la ciudad de Cádiz. Como investigadora, Pilar Malet, ha participado en proyectos del campo de la química del estado sólido y la catálisis. Con la implantación del Plan Bolonia, durante sus primeros años como decana, Malet puso en marcha el grado en Química, el Máster en Estudios Avanzados y la doble titulación en Química e Ingeniería de materiales.
La entrevista a Pilar Malet se celebró en la primavera de 2015.
